Así de crudo, así de simple
Miércoles 30 de abril de 2025, 20:33h
Queridos tres lectores: mi madre, mi supuesto admirador secreto, y mi perfeccionismo;
Prefiero no pensarlo ni crear con las palabras, pero estaba dispuesta a empezar por una palabra que empieza por "aco" y continua con "jonada". Pero:
1. Creo que es demasiado brusca para una princesa refinada como yo
2. De verdad que creo que si lo digo me acojono. Uy.
Bueno, que mañana cojo un vuelo sola a Egipto. Egipto, sí (no Francia, no Suiza, no Londres. Egipto). Los comentarios que se oyen alrededor son de auténticos halagos - que admito pasan rápido por mi para no darle demasiada comba a todo esto. Que sí, que sé que cuando llegue al hotel y todo este bien respiraré profunda gratitud. Pero ese nexo de varias horas es el que no es fácil de sobrellevar siempre.
Pero Sara, ¿qué estás haciendo con tu vida? Que no lo sé ni yo, pero me están contratando para hacer vídeos y fotos en sitios increíbles y mi lado ariano aventurero se niega a decir no. A lo que;
Salir de las zonas que conocemos, de lo cómodo, de lo amigable nos pone ligeramente incómodos, pero es uno de los lugares de mayor expansión para el alma. Esos momentos en los que nos sentimos vulnerables, en el que todo se vuelve incierto, algo incómodo y a la vez libre, muy libre. Qué cosas... la vulnerabilidad.
¿Cuánto te permites ser vulnerable? Ya no digo con otros, ¿pero tú mismo? Esos pequeños espacios en el día en los que te permites preguntarte, ¿pero... estoy bien, cómo me siento hoy, qué me ha ilusionado o qué me ha dolido?
Ah bueno, y el amor, nuestro tema favorito... es lo mismo, vuelta a la misma palabra. Un lugar que no avisa y que te destroza una a una todas tus estructuras, todas tus corazas, todo lo que has alimentado minuciosamente durante días, semanas, meses, años. Pum. Chao - risas desde arriba.
Vulnerabilidad, otra vez tú ... qué cosas tienes.
¿Pero sabéis que? Que creo sinceramente que es el único lugar en el que la mente se achica y el corazón se ensancha. El lugar en el que no sirven egos, diplomas o estructuras. El momento en el que todo eso se va a la mierda y sólo te quedas tú, desnudo con tu verdad y la realidad que tienes delante. Así de crudo, y así de simple.
Sagrados momentos vulnerables.
Qué seríamos sin vosotros.
Qué sería de nosotros.
