LLorar de felicidad
Domingo 14 de mayo de 2025, 19:52 h
Hoy es 14 de mayo, hoy hace exactamente un mes que hice 28 años. Es esa edad en la que las dudas empiezan a ser más dudas, el reloj parece sonar más fuerte y las miradas se vuelven más curiosas hacia ti.
Es esa edad en la que lo normal es tener un trabajo fijo, quizás una pareja desde hace dos años, estar de alquiler en una casa con él, y empezar a proyectar un futuro para dentro de los próximos años.
Hoy he llorado de felicidad.
Acabo de llegar de Egipto, me fui a trabajar como fotógrafa con un grupo de 17 mujeres increíblemente poderosas a un viaje completamente transformador. Y lo cierto es que ayer dormí dos horas mal dormidas entre un avión y un tren, y quizás lo lógico habría sido hoy descansar.
Pero el entusiasmo que tenía en el cuerpo no me ha dejado.
Así que he abierto los ojos, he cogido el ordenador en la cama, he clicado sobre Lightroom y he empezado con el contenido de todo el viaje.
Te diría que me he cansado pero lo cierto es que son las 20h ahora y desde las 9 llevo haciendo lo mismo. Crear, mejorar colores, revivir momentos, y ver ojos de felicidad a través de mis fotos. Y no, no estoy cansada.
Pero ha habido un momento, con mi música, mis velas encendidas, los truenos sonando fuera y yo editando en el que el corazón se me ha sobrecogido y he empezado a llorar. Mi madre ha pensado que me pasaba algo, pero cuando ha visto el motivo - auténtica plenitud y gozo de la vida que estoy diseñando para mi misma y por mi misma, ha empezado a llorar conmigo.
No nos dicen que no es fácil nadar a contracorriente.
Ser espiritual.
Creer en que las cosas se pueden hacer diferente.
Y que merecemos vivir bien aún así.
No nos lo enseñan,
pero sí es posible.
Hoy he llorado de felicidad.
Y el corazón se me ha hecho un poquito más grande.
